TENDENCIAS 21
18 octubre 2011
La drunkorexia
provoca trastornos de salud a largo plazo
Yaiza Martínez
Se sabe que los trastornos de la alimentación son comunes
entre adolescentes y estudiantes universitarios. Además, el excesivo consumo de
alcohol también suele ser un hábito no saludable en estas edades.
Pero,
¿qué pasa cuando ambos hábitos se combinan? En Estados Unidos, ya existe un
término para esta circunstancia: “drunkorexia” (de drunk –borracho- y anorexia).
Un
nuevo estudio realizado por especialistas de la Universidad de Missouri, en
Estados Unidos, en el que se analizó esta combinación, ha demostrado que cuando
los estudiantes universitarios mezclan el consumo excesivo de alcohol con
trastornos alimenticios, su salud puede verse afectada a largo plazo.
Los
investigadores analizaron la relación entre abuso de alcohol y trastornos de
alimentación. Constataron así que un 16% de las personas encuestadas consumían
menos calorías, con el fin de compensar las que consumían con el alcohol.
Otras
actitudes propias de la “drunkorexia” son evitar
coger peso, intoxicarse más rápidamente o gastar el dinero que debería ser
destinado a comprar comida en comprar alcohol. De los participantes, las
mujeres resultaron estar casi tres veces más implicadas que los hombres en este
tipo de actitudes.
Según
los autores del estudio, la “drunkorexia” puede tener
peligrosas consecuencias cognitivas, de comportamiento y físicas. Además,
aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios más graves y problemas
de adicción.
A
largo plazo, puede provocar problemas cognitivos permanentes, como dificultad
para concentrarse, para estudiar e, incluso, para tomar decisiones. Además, la
combinación de ambos trastornos aumenta los comportamientos violentos, las
prácticas sexuales de riesgo, y la aparición de enfermedades crónicas en etapas
posteriores de la vida.